La fe y el dinero en tiempos de crisis: Un testimonio

(Los principios espirituales que aprendí sobre el dinero)

Joven fui, y he envejecido,

Y no he visto justo desamparado,

Ni su descendencia que mendigue pan.

Salmos 37:25 (RV-1960)

Mi caso personal

Las crisis son cíclicas. Ahora que leo los titulares y escucho las entrevistas a funcionarios y economistas que hablan de crisis y depresión, mi mente viaja a 1985 y 1994 cuando siendo solo un niño escuchaba pero no compendia las mismas palabras. Y mas adelante al 2000, cuando la crisis punto com llego estando yo en la universidad. Pero la primera vez que me toco vivir una crisis económica ya teniendo responsabilidades familiares fue en el 2008. Recuerdo como iban llegando las noticias una tras otra, con funestos presagios, así como catastróficos calificativos. Es en estos momentos entonces cuando queda al descubierto en que o en quien tienes tu confianza. 

He estado viendo algunas entradas de mi blog personal de finales 2008 e inicios 2009, y debo aceptar que en esos escritos míos se refleja la misma incertidumbre y preocupación que tenia el resto del mundo. Sin embargo, viéndolo en retrospectiva, no es así como recuerdo esa crisis. Lo que recuerdo es que contrario a lo que temía, mi esposa y yo fuimos bendecidos en el área material de forma totalmente contraria a lo que las predicciones humanas parecían señalar.

Como dice la escritura:

Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel; porque él jamás rompe su promesa.

2 Timoteo 2:13 (TLA)

Ese “terrible” 2009, el Señor en su sabiduría y en su soberanía decidió guardarnos en el hueco de su mano en lo material, pero mas importante en lo espiritual y familiar. Yo obtuve un ascenso y mi esposa recién había recibido su base laboral. No solo no nos falto lo básico, incluso tuvimos algunos pequeños gustos extras. Todo esto por Gracia inmerecida de Dios y para su Gloria. Porque no puedo recordar que haya hecho algo mas yo para ganarlo, que hacer mi trabajo lo mejor posible y como para Cristo.

Han pasado 11 años desde aquella crisis y en este 2020 el coronavirus trae, otra vez “la peor crisis desde 1932  (será que cada crisis es peor que la previa o que el alarmismo hace que cada una sea calificada así). Y este año por decisión soberana de Dios he perdido justo ese puesto al que accedí en medio de aquella otra crisis. A este respecto lo primero que se me vino a la cabeza es la frase “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21 RV1960) pues en verdad ¿No todo lo que tengo proviene y es Dios?.  Pero como dice el apóstol Santiago “ Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” Santiago 1: 22 (RV-1995).  Así que en mi caso no basta con declarar la soberanía de Dios, sino también tomar la actitud y hacer aquello que Dios indica ante esta situación. Y en ese sentido el libro de Job me ha enseñado que actitud acompaña a las palabras de justo Job. Con todo, en verdad hoy puedo decir como el profeta Samuel “ «Hasta aquí nos ayudó Jehová.» Samuel 7:12 (RVA-1995).  Y otra vez no por mi…. Es porque Dios es Fiel.

Foto: Wikimedia Commons    Bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International

La actitud del Cristiano ante el dinero

¿Cuál es la actitud del mundo ante las riquezas? ¿Dónde queda la confianza del hombre? ¿En su intelecto y astucia? ¿En su riqueza y posesiones? ¿En si mismo?

 La biblia nos da un ejemplo:

El rico cree estar protegido, piensa que sus riquezas son como una ciudad con murallas donde nadie puede hacerle daño.

Proverbios 18:11 (TLA)

Entonces surge la pregunta ¿Puede un cristiano tomar esta actitud? Regresando a mi caso personal, de alguien que se permitió escuchar y en algún momento se compro algunas de esas ideas del mundo, puedo decir que la respuesta es un rotundo No.

Personalmente y debido a algunas malas decisiones en 2019 estaba yo comprometiendo el bienestar material de mi familia. La causa era simple: un sobrendeudamiento totalmente injustificado. Y para peor quería yo aplicar mis “recetas favoritas” para salir del hoyo. Pero Dios tenia otros planes y empezó a tratar conmigo. Lo primero que hizo fue enseñarme. En la congregación a la que acudo Casa de Oración CDMX se abrió un estudio bíblico dado por el pastor sobre las finanzas y el creyente. No es mi intención y esta fuera de mis capacidades replicar o inclusive intentar resumir lo que aprendí en aquellos días, así que solo quiero compartir algunos principios que al aplicarlos realmente cambiaron la forma en que me relacionaba con el dinero:

Foto: piqsels.com
Principios espirituales que aprendí sobre el dinero:
    • Busca primero el reino de Dios:  La actitud que tengas genuinamente sobre quien es el numero uno en tu vida y cuales son tus prioridades. Dios nos dice que lo material es añadidura de lo espiritual. Si buscas el reino de Dios y su justicia, lo demás llegara por manos de Dios. Ojo: Cuanto y cuando de eso material te sera añadido;  queda  en la Soberanía del Señor, pero no olvidemos ni por un segundo que Dios no se equivoca y nos da justo lo que necesitamos.

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

(Mateo 6:25 RVR1960)

No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Mateo 6:31-33 (RVR1960)

    • Se generoso:  Esta es uno de los principios que para el mundo pueden resultar mas paradójicos. ¿La actitud correcta ante el dinero es darlo a quien lo necesita? Bueno, otra vez la pregunta es ¿Cuál es la utilidad del dinero? ¿Para que lo necesita el Creyente? Evidentemente para proveer a su familia, también para contribuir con la congregación local. Pero Pablo nos aclara otra razón:

Dios puede darles muchas cosas, a fin de que tengan todo lo necesario, y aun les sobre. Así podrán hacer algo en favor de otros. Como dice la Biblia, refiriéndose al que es generoso: «Siempre que ayuda a los pobres, lo hace con generosidad; y en todo sale triunfante.» Dios da la semilla que se siembra y el pan que nos alimenta, así que también les dará a ustedes todo lo necesario, y hará que tengan cada vez más, para que puedan ayudar a otros.

2 Corintios 9:8-10 (TLA)

    • Se fiel con el diezmo: Un tema muy controvertido fuera del cristianismo y aun dentro de el. ¿Es bíblico el Diezmo? No es el propósito de esta reflexión hacer un estudio al respecto. Solo comentare que el diezmo esta mencionado en la biblia mucho antes de que la ley fuera dada a Moisés. En la biblia se muestra que Abraham dio diezmo: “De inmediato, Abram le dio a Melquisedec la décima parte de todo lo que había recuperado” (Genesis 14:20). Dejando el debate de lado, es muy importante con que actitud se diezma. Lo mejor que aprendí es hacerlo en obediencia a la indicación de Dios. Doy testimonio de que el Señor Honra a los que lo Honran:

Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.

Proverbios 3:9-10 (RV1960)

    • Evita endeudarte: Que sea Dios quien te saque de problemas no los bancos o empeños. ¿Cuál es tu razón para endeudarte? Salir de un apuro, adelantar ese “gusto”, tener ese objeto de estatus…. Al final acabas comprando cosas que no necesitas, con dinero que no tienes, para impresionar a personas que no conoces¡¡  Cualquiera que sea la razón, la deuda implica un estado de servidumbre al que presta. Como decía un pastor, hay quien por pagarle al banco hasta lo del diezmo toma. O deja a su familia sin vacaciones u otras necesidades. Endeudarse, es en mi experiencia la mejor manera de estar muy rápido en graves problemas financieros personales. :

El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta.

Proverbios 22:7 (RVR1960))

            Una aclaración es necesaria sin embargo, y es que las deudas con colateral (casa, auto) no necesariamente están prohibidas o desaconsejadas. Aquí una predica al respecto de las deudas por el pastor Chuy Olivares: ¿Que dice la biblia sobre las deudas?

    • Aprende a contentarte. Dios sabe lo que hace. Y estoy convencido que nos tiene en el punto justo a nivel de bienes materiales y posibilidades económicas. Por ello el estado de ánimo y la sensación de seguridad así como de paz, en el cristiano depende de su relación y comunión con Dios; no con los bienes materiales. Hay que ambicionar, si pero cosas que valen la pena. Ambicionar mayor santidad, mayor conocimiento de Dios y su palabra, mayor comunión con El. Ambicionar dinero y bienes puede resultar en enfocar la mente en ello. Y desenfocarla de Jesús. Hay que aprender a distinguir las cosas que son eternas de las cosas que son temporales.:

Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición

1 Timoteo 6:6-9 (RVR 1960)

    • Ser rico no es la solución: Finalmente, otra buena razón para mantener una actitud de desapego en cuanto al dinero y de apego en cuanto a Dios, nos la da el Rey Salomón en el Eclesiastés:

Hay gente a la que Dios le da riquezas, propiedades y honor. Tiene todo lo que necesita y pudiera desear, pero luego Dios no le permite disfrutar de eso; viene otro y se queda con todo. Eso está muy mal y no tiene sentido.

Eclesiastés 6:2 (PDT)

 Imagino que la peor decepción de quien trabaja aun a costa de su propia moral, su familia y su propia salud solo para tener mas dinero, es que cuando lo obtiene este no genera ni paz, ni seguridad, ni contentamiento y mucho menos le da la felicidad. Esta pandemia del SARS-COV-2 ha mostrado que teniendo techo y sustento (las necesidades basicas cubiertas), no hubo mayor diferencia entre quien tiene mas o menos dinero o bienes. Todos nos confinamos, todos estuvimos (y aun estamos) en riesgo y para todos se detuvo la vida social, académica y profesional en mayor o menor medida.

Si el objetivo entonces es tener riquezas espirituales y no materiales, es claro como este mensaje se contrapone con el mensaje del llamado evangelio de la prosperidad. Ese que pareciera cambiar el “busca primero el reino de Dios” por el  “busca a Dios para que te haga rico”. ¿No es esta la misma actitud base de el hombre perdido en el mundo que cree que las riquezas materiales le harán feliz? ¿Acudiremos al Señor por bienes materiales?

Aquí hay algo importante; no se trata de negar el hecho de que “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” Santiago 1:17 (RVA1960); aquí el tema es ¿Quién ocupa el primer lugar en mi vida?

Por ejemplo, un creyente puede ocupar dinero para por ejemplo poder llegar al lugar donde se congrega. El dinero es un medio para un fin, buscar a Dios. Pero otra persona puede ir al templo buscando no a Dios, sino los favores de Dios, particularmente los económicos. ¿Dios es un medio para logra un fin, obtener riqueza material?.  Y esa actitud es lo importante.

Aquí dos paradojas, puede un hombre pobre y endeudado ser avaricioso a la vez que puede existir un  hombre de Dios salvo y entregado, que además sea materialmente rico. ¿Por qué? Porque lo que importa es lo que hay en el corazón del hombre. Se puede amar a las riquezas no teniendo ninguna y amar a Dios aun teniendo riquezas. La actitud ante el dinero es la diferencia.

Y en tiempos de crisis aplica justo lo mismo.

 

Foto: Pixabay.com

Conclusión

Cuando Jesús estaba cruzando con sus discípulos el mar de Galilea y se vino una tempestad, el Señor los reprendió con una pregunta demoledora:    ¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí? Mateo 4:40 (TLA).

Hoy la misma pregunta nos desafía a la vez que nos conforta. Simplemente poniendo la mirada en lo mas alto, la confianza en Dios y la mente en su Palabra. ¿Para que temer? Si somos hijos de Dios ¿No tenemos la promesa de que todas las cosas les ayudan para bien? ( Romanos 8:28 RVR 1960).  Esto aplica para los creyentes en Dios, de los cuales El tiene especial cuidado:

Dios bendice
a los que en él confían.
Ustedes, pueblo de Dios,
vengan y prueben su bondad;
verán que a quienes lo adoran
nunca les falta nada.
Los ricos pasarán hambre,
pero a los que confían en Dios
nunca les faltará nada bueno.

Salmos 34:8-10 (TLA)

Como dice el titulo de esta entrada, esto es un testimonio. Puedo concluir que en verdad en medio de esta crisis Dios ha sido Fiel y no nos ha dejado de su mano. No porque haya nada especial en mi o en mi familia, sino porque El es bueno y da dadivas inmerecidas. En verdad aun me está quebrantando en áreas de mi orgullo profesional y de mi suficiencia intelectual. En verdad El sigue tratando conmigo, porque como dije el Señor es bueno. Pero testifico que no hemos pasado un solo día de hambre e inclusive no ha permitido que llegue los escases a nuestra puerta. Pido a Dios nos de fortaleza y especial gracia si llega el momento de decir, junto con el apóstol Pablo:

Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad.
En todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Filipenses 4:12-13 (NBLA)

Pero en tanto yo y mi casa serviremos al Señor.

 

Cristo en la tormenta en el mar de Galilea – Ludolf Backhuijzen 1695
Tomado de Wikimedia Commons

 Si aun no conoces a el Señor Jesucristo y no sabes porque el amor aldinero puede perder el alma inmortal de los hombres, te dejo esta historia :


Imagen principal en el encabezado: Familia orando en la mesa servida – Tomado de depositphotos.com.

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